lunes, 12 de octubre de 2009


Un proyecto de ley de la diputada nacional Cynthia Hotton busca reducir estos tiempos, ya que establece un período máximo de dos años para que el niño permanezca en un hogar o instituto. Pasado ese lapso, los jueces deberán encontrarle una familia.

Hoy, la realidad muestra a jueces de familia que deben decidir sobre la condición de adoptabilidad de chicos que, en muchos casos, cargan con una historia familiar muy complicada; a gente que omite la vía judicial y hace entregas directas a conocidos que carecen de validez legal; personas desesperadas que pagan por un hijo por fuera de la ley y más adultos dispuestos a adoptar que chicos en condición de ser adoptados son algunas de las causas que alargan los tiempos, según los especialistas.

El proyecto de la diputada macrista Hotton (Capital), inspirado en la norma recientemente sancionada en Brasil, hace foco en acortar los tiempos de institucionalización. "Hoy hay chicos que pasan más de 10 años en hogares del Estado. Para ellos es toda su infancia", dijo la legisladora.
Según explicó, este período máximo de dos años podrá cumplirse gracias a otra modificación de tiempos: el lapso que transcurre un menor sin recibir visitas de sus progenitores biológicos u otros familiares para entrar en estado de adoptabilidad.

"Hoy, un chico que recibe, al menos una vez al año, la visita de un familiar, no puede entrar en estado de adopción porque se interpreta que el vínculo con su familia biológica no está roto. Esta situación puede repetirse indefinidamente hasta que cumpla los 18 años, con lo que se le impide tener una familia", dijo Hotton. Para evitar estas situaciones, el proyecto contempla un máximo de seis meses para recibir visitas y, si después del tercer contacto el menor no es llevado por sus progenitores, puede entrar en estado de adoptabilidad.




No hay comentarios: