VALORES PARA MI PAÍS
Por Cynthia Hotton
Si un tiempo atrás alguien me hubiese asegurado que el lanzamiento de Valores Para mi País iba a tener una respuesta tan sorprendente y tan positiva por parte de ustedes, no lo hubiese podido creer. Y es que hasta ese momento, en el que me vi frente a 1200 personas que apoyan nuestra causa, Valores para mi País se acercaba más a un sueño que a la realidad que pude ver con mis propios ojos el 31 de marzo.
El clima en la Federación de Box era impresionante: a medida que la sala se llenaba de gente de todas partes del país (incluso algunos amigos de otros países) la emoción iba apoderándose de mí. Con la adrenalina a flor de piel, no podía esperar el momento en que podría dirigirme a todos los presentes, contarles todo lo que estaba pensando y sintiendo, la alegría desbordante de poder estar ahí presentando este proyecto en el que tantas personas han confiando y con el cual se han comprometido. Fue trascendente sentirme contenida por personas importantes como Federico Pinedo, Sergio Bergman, Gabriela Michetti, Raúl Proietti- que por medio de su presencia garantizaron la validez de VALORES PARA MI PAÍS- pero lo más importante fue estar ahí CON USTEDES: los que confían en que se puede construir una Argentina mejor, los que no tienen miedo de vivir de acuerdo a sus creencias y sus valores, los que están dispuestos a dejar de lado los partidos políticos y las ideologías para poder dialogar.
Las palabras del rabino Bergman y del pastor Proietti fueron conmovedoras: me ayudaron a darme cuenta de la magnitud de nuestra propuesta. Y cuando fue mi turno de hablar, quise hablar con el corazón, quise dejar atrás las formalidades, quise comunicarles el verdadero mensaje: estamos aquí porque creemos que hace falta un espacio en donde podamos trabajar CON NUESTROS VALORES. Donde podamos trabajar con creencias permanentes y no ideas improvisadas. Donde empecemos a bendecir al otro, a bendecir a nuestro país en lugar de criticar y reprochar. A través de mis palabras busqué llegar a cada uno de ustedes, porque quiero que se unan a nosotros y se conviertan en protagonistas: no basta con que cada uno de nosotros ponga “su granito de arena”, necesitamos mucho más, necesitamos baldes llenos de arena para poder lograr un cambio y ese día supe que cuento con ustedes para lograrlo.
Hace mucho me di cuenta que es posible trabajar en política ejerciendo nuestros valores y creencias, aunque muchos aseguren lo contrario. Y por eso confiaba en que este nuevo espacio serviría para dar voz a todos aquellos que piensan como yo. El martes 31 de marzo, frente a todos los que estuvieron presentes tanto físicamente como con sus oraciones, supe que no me equivoqué.
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